BoardingCam

Queridos amigos de BoardingCam, parece mentira que ya haya terminado este viaje maravilloso que me ha dejado pleno de experiencias únicas, experiencias que poco a poco irán surgiendo de esta caja magica, mi bordingcam que hoy reposa a mi lado... pero por poco tiempo. Os comento que ya empezamos a hacer las maletas para abordar en pocas horas, un vuelo que nos llevará al corazón de la metroplis mas poblada de europa, pero eso lo dejo de lado, para antes de partir rememorar con vosotros la visita a uno de los lugares que más me ha impactado en este viaje.

En un dia frio y plomizo salimos de Washington D.C, para dirigirnos a un lugar situado al otro lado del río Potomac, una antigua finca que ocupa una extensión de más de 1000 acres y que en su día perteneció al general Robert E. Lee, en cuya colina aún se pude ver lo que fue su casa. Todo el conjunto se convirtió más tarde en lo que es hoy, el cementerio más grande del mundo, el Cementerio Nacional de Arlington (Virginia).

No os puedo negar que es un lugar que impresiona, al cruzar sus puertas me invade una sensación que me sobrecoge. Mires donde mires, un manto verde lo envuelve todo, salpicado por miles de lápidas blancas colocadas sobre el, en una perfecta formación militar.

Te das cuenta, que tienes frente a ti pedazos de la historia que hasta ahora eran muy lejanos. Las tumbas con los restos del presidente John F. Kennedy y de su esposa Jaqueline iluminadas por la llama eterna, así como las de otros miembros de la familia como la su hermano Robert, son un buen ejemplo.

Más allá la tumba del soldado desconocido, honrada con una guardia militar permanente. Un cambio de guardia que, por veces repetida, no pierde su solemnidad.

Nos hemos convertido en uno de los cuatro millones de visitantes que recibe al año. Os invito a que os suméis a esta cifra con este viaje virtual que aquí os traigo: